Viernes 20 de noviembre del 2020.
Estimado Rector:
Este documento surge de académicas(os) de diversas facultades quienes, a pesar de los enormes esfuerzos de su decanatura por flexibilizar la carga académica, miran con preocupación que, después de dos semanas de decretada la cuarentena en nuestra ciudad, las autoridades de nuestra universidad no se han pronunciado al respecto (más allá de nuestras Decanaturas), soslayando todos lo cambios que implican el retroceso de una fase 2 a la fase 1 en un hogar. De hecho, las autoridades no han hecho alusión a las necesidades, opiniones, situaciones particulares, etc. de las y los docentes ni académicos/as ni funcionarios/as de las unidades, más allá de las relacionadas al tiempo que llevamos trabajando desde la casa, lo que aún tampoco se reconoce como teletrabajo, aunque claramente lo es.
Las y los académicos estamos ya agotados, diseñando, impartiendo y evaluando procesos de enseñanza-aprendizaje entre el ruido de la aspiradora, las preparación de alimentos y labores de cuidado en general, las necesidades de bebés y niños, la recepción de despachos con las compras del supermercado, los dolores físicos que conlleva el pasar horas al computador para cumplir con las exigencias, etc., sumado al apoyo que debemos darles a nuestros hijos en su proceso escolar. De hecho, somos doblemente profesoras/es. Más aún, en esta fase 1 muchas madres y padres se quedaron sin las personas que las apoyan en el cuidado de sus hijos, lo que hace la docencia (para qué hablar de la investigación) prácticamente imposible. Nuestros hijos no tienen horas pedagógicas en las que se “congelen” para que sus madres o padres hagan clases en línea. En este momento, son la televisión, tablets, celulares, televisores y consolas los que nos ayudan a hipnotizar a nuestros hijos para poder cumplir con nuestro deber.
Además quisiéramos destacar que no son sólo los académicos y académicas con familia que han sufrido en esta pandemia y el retroceso a fase 1. El burnout como resultado de la docencia online y la investigación en tiempos de pandemia nos afecta a todos y todas sin importar las circunstancias personales. Si bien los académicos y académicas que no se hacen cargo de familiares podrían tener mayores facilidades para continuar realizando la docencia online, ellos y ellas también se ven afectados por la carga docente, la exigencia, y la tarea de responder a los y las estudiantes y acompañarlos en su proceso tanto de formación como de adaptación a estas circunstancias que son difíciles para todos y todas.
Este mensaje, entonces, es para exigirles a las autoridades que se pronuncien con respecto a la cuarentena y la nueva situación en las que nos encontramos muchas y muchos docentes y académicos, ya al límite de nuestras capacidades humanas. También les solicitamos: 1) Un reconocimiento explícito a nuestra labor y entrega durante este tiempo a través de un comunicado a toda la comunidad universitaria. 2) Autorización explícita de una mayor flexibilidad para ejercer nuestra labor docente, por ejemplo, respaldando la docencia asincrónica, ya que muchos/as no pueden realizar clases sincrónicas sin apoyo externo. 3) Que no se realice ningún tipo de actividad que requiera de presencialidad virtual después de las 18:00 hrs. 4) Directrices tempranas y claras para el primer semestre 2021.
Lo anterior ayudará a las y los estudiantes a comprender que estamos dando lo mejor de nosotros, al igual que ellos y ellas. Finalmente, en relación con nuestras peticiones, solicitamos que se elimine la evaluación docente de este año, ya que a muchos nos juega en contra al verse afectada por la situación en la que nos encontramos dando clases. En el corto plazo, todos entendemos que las evaluaciones se deben a una calidad de la educación posiblemente inferior a la que estamos acostumbrados pero, en el largo plazo, esas evaluaciones quedan en nuestros currículos y nos parecen injustas, así como poco representativas.
Esperando una buena acogida, se despiden,
Andrea Lizasoain C. – Instituto de Lingüística y Literatura
Marta Silva Fernández – Instituto de Ciencias de la Educación
Patricia Thibaut – Instituto de Historia y Ciencias Sociales
Katherina Walper G. – Instituto de Lingüística y Literatura
Estefanía Peña S.- Instituto de Lingüística y Literatura
Alberto Galaz R. – Instituto de Ciencias de la Educación
Carolina Fuentes G. – Instituto de Lingüística & Literatura
Yesenia Soto Torres – Instituto de Lingüística y Literatura
Amalia Ortiz de Zárate Fernández – Instituto de Lingüística y Literatura
Macarena Lamas Aicón – Instituto de Estudios Psicológicos
Rodrigo Aguirre Baez – Instituto de Estudios Psicológicos
Roberto Matamala Elorz – Instituto de Lingüística y Literatura
Carmen Paz Ilabaca Jara- Instituto de Estudios Psicológicos
Karen Mardones Leiva – Instituto de Estudios Psicológicos
Margarita Morandé Dattwyler – Instituto de Estudios Psicológicos
Ximena Lagos Morales – Instituto de Farmacia
Carmen Rojas Carvajal – Instituto de Estudios Psicológicos
Claudia Cerda Becker – Instituto de Estudios Psicológicos
Felipe Martínez Corona – Centro de Idiomas
Ricardo Sáez Villalobos – Centro de Idiomas
Daphne Paredes Denis – Centro de Idiomas
Constanza Castillo Cisternas – Centro de Idiomas
Fabiola Arévalo Balboa – Centro de Idiomas
Barbara Renftel Rudloff – Centro de Idiomas
Charles Henry Sienkiewicz – Centro de Idiomas
Claudia Herrera Martínez – Centro de Idiomas
Margarita Villalón Ormeño – Centro de Idiomas
Ana María Abarzúa Vásquez – Instituto Ciencias de la Tierra
Karen Alfaro Monsalve – Instituto de Historia y Ciencias Sociales
José Piquer Romo – Instituto de Ciencias de la Tierra
Giselle Astorga – Programa Bachillerato, Campus Patagonia
Rodrigo Vega San Martín – Instituto de Ciencias de la Tierra
Manuel Enrique Schilling Danyau – Instituto de Ciencias de la Tierra
Pamela Tejeda Cerda- Instituto de Ciencias de la Educación
Pablo Sánchez Alfaro – Instituto de Ciencias de la Tierra
Ana Traverso Münnich – Instituto de Lingüística y Literatura
Malena Samaniego Salinas – Instituto de Lingüística y Literatura
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